Un estilo de vida saludable va más allá de alimentarnos bien o de tener buenos hábitos de ejercicio. Para mantenernos en balance total (salud en lo físico, mental, emocional, espiritual…) es importante que demos prioridad en nuestra mente a todo lo positivo que tenemos y que nos rodea.
Claro que somos seres humanos (¡y con hormonas traicioneras!), pero si practicamos el enfocarnos en lo positivo antes que en lo negativo verás que con el tiempo esto se vuelve un proceso automático que nos permite enfrentar los problemas o situaciones negativas de diferente manera, permitiéndonos disfrutar mucho más de todos los momentos.
Te invitamos a que pruebes y practiques los siguientes tips:
1. Agradece- La palabra mágica “gracias” funciona tanto de adentro hacia afuera (con los demás) como también con nosotros mismos. ¡Enfócate en lo que tienes hoy! Haz espacio en tu día para escribir o pensar 3-5 cosas por las que te sientes agradecido y verás que tu actitud o manera de ver las cosas cambia positivamente.
2. Anda con energía y propósito- Comienza tu día con el “pie derecho” y aunque estés cansada o desanimada, trata de caminar con buena postura y a paso firme (suena simple, pero hace la diferencia).
4. Date un momento en el día para estar contigo misma- Ya sea para reflexionar, meditar simplemente para dejar todos los pensamientos y emociones a un lado… haz un espacio en el día para neutralizar tu cuerpo y tu mente.
5. Haz algo bueno por otra persona- Ayuda y levanta el ánimo de alguien que lo necesite y verás que además de que te hará sentir una gran satisfacción, levantará tu ánimo también.
Una persona tiene en promedio 70,000 pensamientos al día. Mantener una mentalidad positiva puede cambiar todo el panorama de tu día y de tu vida. Practica estos pasos, elige bien en qué, dónde, cómo y en quién enfocas tu energía y disfruta el regalo de la vida que por eso se llama “presente”.